martes, 14 de octubre de 2008

Here comes your man

Cuando en 1989 parecía que la psicodelia había fundido ya del todo la creatividad de los artistas más estridentes, The Pixies sacan el Doolitle, un disco que con otro sonido podría pasar por Pop Rock usual, sin tener en cuenta las crípticas letras. Pero es ese “pasado de tuercas” lo que le hace ser tan especial.
Siempre me ha hecho gracia la canción de “Here comes your man” porque parece compuesta en un momento de bajón o en el que el efecto de algo se superpuso al de otro algo, cancelándolo como si de anti-materia se tratase y dejando tras de si una explosión de energía que es esa canción. Sonido limpio, coros femeninos con una voz de lo mas dulce y esperanzador...
Estaba yo sediento, hambriento y con la sensación de que nada de lo que me rodea puede satisfacerme, viendo alguna comedia con una risa seca de necesidad.
La melodía fresca y veraniega de esta canción me vino a la cabeza completamente fuera de contexto, hablándome de una larga espera y recordándome que podría tener reciente la sensación de estar en cualquier otra parte, más deseable que mi mazmorra, que podría guardar la huella de días largos y cálidos cuando no tener ninguna preocupación no sería motivo de alivio.
Pero lo que ven mis ojos, el aire rancio que respiro, no está mas que saturado en mi memoria para dejarme entender que simplemente, no es así.